Top5 Mejores dúos del cine

1.- Paul Newman y Robert Redford: Sin duda alguna una de las mejores parejas de la historia del cine. En su haber como dúo cuentan con dos formidables películas  (Dos hombres y un destino y El golpe), ambas dirigidas por George Roy Hill. Su nivel de compenetración y simbiosis fue tal, que hicieron que «El golpe» (1973) consiguiera el Oscar a Mejor Película además de otras seis estatuillas.

2.- Nick Frost y Simon Pegg: La pareja de moda del cine británico. Elevados a la máxima potencia del humor negro inglés saltaron a la fama de la mano de Edgar Wright con la serie «Spaced» (1999) y se consagraron mundialmente con «Zombies party» (2004) y «Arma fatal» (2007). Después de un pequeño pinchazo en tierras americanas con «Paul» (2011) vuelven este año con lo nuevo del ya citado Wright «Bienvenidos al fin del mundo» (2013), y que, pese a estar sin fecha aún en España, seguro dará que hablar.

3.- Jason Mewes y Kevin Smith: Más conocidos como Jay y Bob el Silencioso. Esta pareja irreverente de actores han formado dúo en casi todas las películas de Smith. Se dieron a conocer con «Clerks» (1994), donde empezó la andadura de estos dos camellos salidos que perduraría en los años, y que incluso llegarían a protagonizar una película homónima en 2001.

4.- Clint Eastwood y Lee Van Cleef: Protagonistas y enemigos en «La muerte tenía un precio» (1965) y «El bueno, el feo y el malo» (1966), esta pareja fue la más rápida del spaghetti western. Capitaneados por el inconfundible sello de Sergio Leone alcanzaron el clímax del cine del oeste con el final de «El bueno, el feo y malo» con la escena final en el cementerio junto a Eli Wallach. Eastwood siguió con su carrera meteórica, algo que le costó sobremanera a Van Cleef, lo que le hizo perderse en el anonimato durante los años posteriores protagonizando obras menores.

5.- Terrence Hill y Bud Spencer: La pareja de cómicos forajidos por excelencia gracias a «Le llamaban Trinidad» (1970) llevó a este par de actores a hacer un gran número de dúos tanto en los 70′ como en los 80′ . Gracias a la acción y a la parodia estos dos caballeros andantes nunca quedarán en el olvido.

Top5 Personajes que han podido con sus actores

1.- Heath Ledger (Australia): Será recordado por su excelso papel de Joker en «The Dark Knight», posiblemente, hecho que le causaría su propio caos interno y que le llevó a morir en situaciones «desconocidas» después de sus problemas con el insomnio. Así pues, y con una profunda huella dejada de la mano del mejor villano visto en muchos años, Heath Ledger ha convertido al Joker en un personaje maldito, llegando incluso a desequilibrar a su propio creador.

2.- Mario Casas (España): Sex symbol para muchas, y cómodo en su papel de tipo duro de gimnasio, parece que será complicado sacarle de este rol interpretativo tan arquetipado como simple, por lo que se afianza en el segundo puesto gracias a actuaciones como «Mentiras y gordas», y «Tres metros  sobre el cielo».

3.- Daniel Radcliffe (Reino Unido): Qué decir de este joven actor, a no ser que empiece a hacer grandes o destacados papeles, su carrera cinematográfica será recordada únicamente por ser el niño que dio vida a Harry Potter durante sus ocho películas (¿Menudo negocio eh, J. K. Rowling?).

4.- Elijah Wood (EEUU): Este pequeño hobbit famoso por ser Frodo Bolson en la trilogía de «El Señor de los Anillos», parece que poco a poco se va despegando de su inconfundible personaje de cuento. Si bien es cierto, aún le queda camino por recorrer para que a los directores que trabajen con el no se les ocurra llamarle Frodo, tal y como contaba Álex de la Iglesia en el rodaje de «Los crímenes de Oxford». Desde aquí nuestra fuerza a estos actores para que no se vean encasillados en estos personajes.

5.- Anthony Perkins (EEUU): Celebérrimo Norman Bates en la archiconocida y valorada «Psicosis», nunca admitió que estaba obsesionado con este personaje, pero su carrera como actor no reflejó dicha idea, porque después del éxito conseguido con la obra de Hitchcock, decidió protagonizar algunas de las secuelas hechas desde entonces, incluso dirigir «Psicosis III». Lo que no imaginó en esos momentos es que quizá estiró demasiado el chicle del éxito.

Bonus Track, José Mourinho (Portugal): Permitidme esta licencia, pero de algún modo u otro es lo que le ha pasado al técnico portugués. Poco a poco fue construyéndose el personaje de Mou. Chelsea, Inter y Madrid avalan dicha afirmación. Lo que no llegó a pensar es que este alter ego le produciría demasiados y justificables enemigos allá por donde fuera.

El paso adelante de Tarkovsky

Andrei Tarkovsky se incorporó a la cinematografía a través de su loada tesis “El violín y la apisonadora”. A partir de este momento (1960) comenzaría su carrera uno de los más grandes directores de la historia del cine. Un joven ambicioso que dotaba a sus trabajos de una gran belleza técnica, sin descuidar, en absoluto, el contenido de los mismos.

La ópera prima del cineasta soviético le catapultó a la fama en los círculos intelectuales de la época fascinados por la capacidad narrativa que poseía. “El violín y la apisonadora” no solo era una historia de amistad, sino que era una declaración biográfica de lo que iba a ser su vida. A priori, la podríamos juzgar únicamente por su cuidada técnica y una historia de lo más sencilla, es decir, la amistad entre el joven Sasha y Serguéi. Pero no, debemos ir más allá en su análisis.  Tenemos dos personajes: Sasha, el pequeño violinista con una educación artística superior a la de sus jóvenes vecinos y detractores, los cuales se burlan de él. Y después tenemos a Serguéi, el obrero que dirige la apisonadora, un hombre rudo, curtido en la guerra, que de un modo u otro añora revoluciones pasadas, al que ya solo le queda fumar y ser complaciente con los seres que le rodean, que en cierto grado tiende a representar al estado comunista.

Por lo tanto, el mediometraje nos cuenta la historia de dos personajes enfrentados, en el sentido más poético de la palabra. Por un lado Sasha, en el cual Tarkovsky se ve reflejado dado que es y pertenece a una nueva generación intelectual del país, la cual quiere acercarse a la masa (obrero Serguéi) y fomentar nuevas ideas, que como se verá posteriormente, será el Estado quien las ponga innumerables trabas. Es decir, el director tiende su mano a los ciudadanos que abren sus mentes a nuevos retos ante la posibilidad de que él, como director novel pueda crear un nuevo lenguaje cinematográfico, aun sin saber hasta dónde llegaría.

La cuestión radica, en que finalmente, esta unión no llega a concebirse, Serguéi acaba viendo una obra popular en el teatro, mientras que Sasha es obligado por su madre a quedarse en casa, haciendo imposible que éste acuda con su nuevo amigo a deleitarse con el pueblo. Esta escisión entre Estado y director anticipaba los problemas que Tarkovsky tendría a la hora de rodar todas y cada una de sus películas en la Unión Soviética, por el temor de ésta a la contrapropaganda comunista que podrían ejercer sus obras.

Indirectamente, podemos llegar a pensar que el régimen comunista temía, en cierto modo, a  las nuevas generaciones intelectuales como la que pertenecía Tarkovsky, debido a que podía llegar a pensar que la ideas surgidas de jóvenes de buena educación supusiesen el fin intelectual de un sistema ya obsoleto.

Esto es, claro está mi humilde opinión e interpretación sobre la obra “El violín y la apisonadora” de Andrei Tarkovsky, y que creo, contextualiza cortésmente lo que sería la carrera profesional del director soviético, así como el cambio de mentalidad que estaba empezando a haber en la sociedad, el cual traería numerosas ideas acordes con la época vivida.

¿Por qué hay que ver Utopía?

Ideada por Dennis Kelly para la televisión inglesa Channel 4, “Utopia” se ha convertido en una de las series del momento, calificada como “…un poco de ‘Misfits’, una cucharada de ‘La naranja mecánica’, con un fuerte olor a ‘Zombies party’ y ‘Black Mirror’” por Grace Dent del diario británico The Independent, y que ha hecho que se convirtiese en serie de culto para unos pocos, y admirada por muchos, en un periodo muy breve de tiempo.

Cinco personas quedan a través de un foro de Internet debido a que uno de ellos tiene, en primicia, la segunda parte de un cómic llamado “Utopia” del que poca gente conoce su existencia. Mientras tanto, dos personajes sádicos y sin ningún tipo de escrúpulos asaltan una tienda de cómics buscando el mismo ejemplar. Aquí comenzará una brillante aventura en la que se desenmascararán conspiraciones biológicas por parte de “La Red” (Network), un grupo de personas con un gran poder en el sistema cuya misión es dar caza a nuestros cinco curiosos, y a una misteriosa Jessica Hyde por la que todo el mundo pregunta.

Es ponderante el papel que juega la estética y la música en esta serie. Colores muy vivos, grandes contrastes, planos muy abiertos, buena banda sonora etc. dotan a la obra de una belleza visual desmesurada, que junto con un buen guión han permitido crear una atmósfera perfecta para el desarrollo de la misma.

No hemos querido revelar ningún secreto más de la serie dado que es nuestro deseo que vosotros, los lectores os sumerjáis por vosotros mismos en este pequeño universo de intrigas que tanto nos ha entusiasmado. Por lo que, más que una crítica, hemos intentado crear un revulsivo para que la gente vea in situ esta pequeña obra maestra alejada del mundo mediático de ‘Game of thrones’ y ‘Breaking bad’, que nos ha supuesto uno de los descubrimientos más inesperados y gratificantes de lo que llevamos de año.

El Lado Bueno de las Cosas

David O. Russell vuelve después de «The Fighter» escribiendo su propio guión basado en el libro de Matthew Quick «The Silver Linings Playbook». Dicha obra no deja de ser una comedia romántica en toda regla, le pese a quien le pese. Así es que, clichés aparte, se salva por las interpretaciones de sus personajes, liderados por un inconmensurable Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, seguido de un peculiar Robert De Niro obsesionado con los Eagles.

Este largometraje es un claro ejemplo de cómo una historia de amor puede llegar a estar nominada en los Oscar incluso a Mejor Película, o mejor dicho, cómo unos actores pueden elevar una película del montón. David O. Russell se esfuerza porque no parezca la típica comedia romántica, pero al fin y al cabo no le queda otra que adentrarse en el escabroso mundo del cine empalagoso. No debemos negar esta cuestión.

Bradley Cooper es un «loco» con las cosas muy claras, que de un modo u otro quiere volver al pasado y reencontrarse con su mujer. Mientras que Jennifer Lawrence aún no ha superado la muerte de su marido, lo que la hace muy vulnerable y proclive al sentimentalismo. Cuando se conocen se crea la llamada chispa del amor o  el común «este cuento ya lo he visto». El hombre, como sabéis, siempre cae. Más o menos es una breve sinopsis de la película. A algunos les parecerá un tanto «spoiler», pero deteneos un momento y pensar la clase de película que estáis viendo, no tiene otro final.

Redundo en el tema, pero siendo el tipo de película que es, se deja ver. Tiene buen ritmo y se hace bastante llevadera. No tiene altibajos y la historia no es nada complicada, incluso sabe darle ese toque de incertidumbre final. Por último quiero dejar clara mi posición respecto a los finales-spots publicitarios, le hacen daño al cine, y no los necesitamos, la historia está «bien», no la estropees así. Los actores no se lo merecen.

El lado bueno de las cosas

Django

Tarantino y el western eran algo que parecían ser inevitables, ya fuese por sus incontables alusiones al género, o porque daba mucho juego a su cine violento característico. «Django desencadenado» es la clave, probablemente el mejor western que ha dado el cine desde «Sin perdón» (Clint Eastwood), y ya era hora, 20 años han tenido que pasar para que pudiésemos disfrutar de nuevo de este magnífico género ensalzado por enormes directores como Sergio Leone, Sam Peckinpah, John Ford y el ya citado Clint Eastwood.

La dirección excelente, qué podemos decir de Tarantino, ninguneado por la academia americana en tantísimas ocasiones, y que por lo que se ve (esperemos que no) en este 2013 no acabará su mala suerte. La técnica que usa es digna de recordar, desde «Reservoir dogs» hasta «Django» implacable. Tiene para todos los gustos, tanto para los puristas cinéfilos como para el espectador medio de a pie.

Son todo halagos, pero es que pocas cosas se  le pueden reprochar a sus películas. Una vez más hace gala de una excelente banda sonora, incluso diría que innovadora y en algunos momentos provocativa, tomándose licencias como la canción del comienzo de la película compuesta por Luis Enríquez Bacalov, que ya había servido como introducción del Django de Sergio Corbucci, en una palabra increíble. Además de algunos temas de RZA especialmente creados para este film. Todo este cúmulo artístico crea una atmósfera bastante aconsejable para el tipo de cine que nos quiere presentar Tarantino.

Si a todo lo dicho sumamos las actuaciones de Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio y un más que brillante Christoph Waltz, al que esperamos que le den el Oscar, y los innumerables secundarios que le dan ese toque personal a la obra (Samuel L. Jackson, Michael Parks y un largo etcétera), nos encontramos ante una película muy buena, a la que quizá se le hubiera podido recortar un poco el metraje en su parte final si, pero entonces nos perderíamos la esencia de la venganza elevada a la máxima potencia.

Para finalizar quiero decir que, los que se toman el cine de Tarantino como una apología a la violencia desmesurada y sangrienta os animo a que no os quedéis ahí, ese tema en sus obras os deja ciegos de otros momentos, diría yo que épicos en el transcurso de sus historias, así que ya sabéis, ampliad vuestras miras, porque podréis visualizar mejor el plano salvaje si, pero hermoso al mismo tiempo de sus grandes películas. Es decir, disfrutad.

Django

Globos de Oro, salto al vacío con final en los Oscar

La noche de los Globos de Oro de este año 2013 no ha dejado indiferente a nadie. Podemos comenzar con la entrecomillada sorpresa de «Argo» ganando la Mejor Película – Drama de este año, que pocos daban como favorita y que ha conseguido desbancar a «Lincoln» de la que dicen los críticos estadounidenses  tiene más opciones para los Oscar con 12 nominaciones nada menos. Claro está que esta cinta allí en el lejano oeste estará muy valorada, principalmente porque si no lo haces te tacharían de antipatriota, ya que ensalza la vida de Abe Lincoln, su presi más querido, cosa que a este lado del charco podemos ver como algo indiferente a la hora de valorar el largometraje, e incluso nos pueda parecer aburrida, o mejor dicho tediosa.

En cuanto a Mejor Película – Comedia/Musical, «Los Miserables» ha ganado con autoridad, quizás se esperaba más de «Moonrise Kingdom», o por lo menos yo mismo quería creer que podía tener más opciones de cara a la estatuilla, pero creo que ha sido merecido el premio para Hugh Jackman y compañía.

Llegados a este momento hay que hacer un punto de inflexión obligado y analizar el galardón obtenido por Ben Affleck como Mejor Director. «Argo» es una muy buena peli y Affleck, personalmente, pone el listón muy alto, de ahí lo extraño. ¿La nominación a los Oscar como mejor director donde se les ha quedado? Solo lo dejo ahí como dato a estudiar de la «antesala de los Oscar», más que esto y después de resultados como este, creo yo que antesala no es la palabra, quizá sea «Globos de Oro, salto al vacío con final en los Oscar».

La categoría de actores, tanto masculinos como femeninos, ha sido justa con el trabajo realizado. Daniel Day-Lewis y su interpretación de Lincoln es muy buena si, y repito, es su presi más querido. Mientras que el galardón de actor de reparto para Christoph Waltz hace oficioso que Tarantino una vez más pisa fuerte, pese a que no se vea muy reconocido en su persona en materia de grandes premios. Huelga hablar de la actuación de Hugh Jackman en «Los Miserables», grandiosa, de ahí el reconocimiento.
En el espectro femenino tenemos a la gran Jessica Chastain como ganadora, tras un meritorio trabajo en «Zero Dark Thirty», y una Jennifer Lawrence que aprieta los dientes de cara a los Oscar contra su rival más directa, la antes citada, sorpresas a parte (Emmanuelle Riva). Al igual que con Hugh Jackman, redundar en el trabajo de Anne Hathaway en «Los Miserables» quizá sea repetitivo, para mí sobrada, pese a que Amy Adams (The Master) y Helen Hunt (Las sesiones) caminaban con paso firme.

Acabo este resumen globero con la estatuilla para Tarantino a Mejor Guión, que le puede servir de consolación por la no nominación en la categoría de Mejor Director para los Oscar. Por último quería dejar claro que en materia de premios tanto Globos de Oro como Oscar tienen diferentes puntos de vista en cuanto a valoración, así que no penséis que los Oscar vendrán como éstos, aquí hay aún mucha tela que cortar, y los Oscar son muchos Oscar.

Zero Dark Thirty

La historia la conocemos, bueno, más bien conocemos el resultado de dicha historia, en su momento costó creerlo, y ahora se corrobora con la cinta. Tenemos que recordar que «Zero Dark Thirty» es una película, es decir, los hechos reales han tenido que ser transcritos a un guión. La magia que tiene es haber sabido adaptar estos hechos para así poder formar una película tan contundente como la que tenemos. Parte de esa culpa la tiene el guionista Mark Boal, ya aclamado en su momento con «En tierra hostil» ganando el Oscar a mejor guión en 2009 junto con la estatuilla también ganada por la directora Kathryn Bigelow («Los viajeros de la noche») por la dirección de dicha película. 

La película consta de una fuerza y un poder verdaderamente potentes, y lo que es mejor para su desarrollo, el equipo encargado de realizarla lo sabe. Es impactante en cuanto al transcurso de la cinta, que no pierde comba en ningún momento, si bien es cierto que en algún tramo de la película puede que la propia historia se vea involucrada en un callejón sin salida, pero es solventado de manera eficaz. Según va avanzando, va creciendo más y más hasta llegar al clímax, quizá un poco frío, pero hace ver así la objetividad con la que está rodada la película, quizá su mayor punto patriótico sea que la historia se haya convertido en película.

El peso total de la trama recae sobre Jessica Chastain («El árbol de la vida»), una de las principales candidatas a conseguir el Oscar, ya que su interpretación es muy contundente y dota a su personaje, Maya, de una fuerza expresiva digna de admirar. Los secundarios, como bien indica su significado son muy secundarios, hay mucho nombre, y cuesta decirlo, pero son casi insignificantes, quizá se salve la interpretación de Mark Strong, principalmente por su entrada.

Resumiendo, «Zero Dark Thirty» es una buena película, pero nada más, potente por el tema, con buen guión y fantástica interpretación de Jessica Chastain, que creo que estará en muchas quinielas para el Oscar. El film como mejor largometraje me costaría creer que pudiera ganar, pero como sabéis es EEUU y estos temas les tocan mucho la fibra, para mi es una buena nominación pero no debería llevarse la estatuilla.

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Argo

La tercera película de Ben Affleck después de «Adiós pequeña, adiós» y «The Town» luce por sí sola en la gran pantalla. Ya ha sido colocada en varias ocasiones en las listas de nominaciones para los Oscar, pero tranquilos, pese a la buena película que considero que es, todavía queda mucho, y no deberíamos quedarnos con los premios que pueda ganar o haber ganado hasta el momento, sino que,  nos tenemos que quedar con la cinta y la muy buena dirección de Affleck.

La ambición materialista de conquistar las fuentes de energía y con ello ganar el pulso a los soviéticos hacen a la «¡Oh, gran superpotencia EE.UU.!» entrar en Irán (al igual que en muchos países) como un elefante en una cacharrería sin pensar en ningún momento «¡Anda si aquí vive gente, y hasta piensa!». Este motivo, entre otros, es el principal causante de algunos de los conflictos creados por la magnánime USA (también conocido por sus habitantes como «El Centro del Universo»). Esta breve explicación sirve de preámbulo y para contextualizar la película en cuestión.

La trama es «sencilla», ¿cómo sacar a un grupo de estadounidenses atrapados en la casa del embajador de Canadá? Por una vez a las «privilegiadas» mentes norteamericanas se les ocurrió no emplear la violencia (ya era hora, dicho sea de paso) ni derrocar a ningún supuesto régimen, sino que el agente de la CIA Tony Méndez (Ben Affleck) idea una película (con productora, guión, director, y hasta un storyboard de los más simbólico) para así hacer pasar a los refugiados como miembros del staff técnico del largometraje.

La película no decae y Affleck consigue, que en todo momento, pese a que la gran mayoría sabe el final, haya verdaderos momentos de tensión que te hagan pensar «¡si ya están allí! ¿por qué no se van?». A esto ayuda el propio guión, contando con grandes interpretaciones como la de John Goodman, el papel de Bryan Cranston y el cameo de Michael Parks. Si ya le añades el toque setentero que posee y ese aroma a savia nueva que te deja la irrupción de este tipo de directores, te queda una muy buena película. Así que disfruten y «ARGODERSE».

Argo

La Fuente de la Vida

El proyecto no empezó con buen pie debido al no de Brad Pitt. Corría el año 2002 y el presupuesto era de 70 millones de dólares. La película estaba casi muerta, hasta que cuatro más tarde Aronofsky la supo resucitar con la mitad de presupuesto, dando a Hugh Jackman y a Rachel Weisz uno de los papeles más importantes de su carrera, o por lo menos de los que más personalidad dispondrían.

La película narra tres historias unidas entre sí por la central y esencial, la de la vida real en la actualidad. Ésta, como ya he dicho,  sirve de conector con las otras dos historias, una en el siglo XVI, en la época de la Nueva España y otra en el futuro. Las tres protagonizadas casi en su totalidad por Hugh Jackman.

Aronofsky nos cuenta la historia como una lucha entre el amor y la muerte, en algunos momentos incluso desde un punto metafísico, motivo por el cual puedes perderte al verla. Desde mi punto de vista, la película te da muchos elementos desde los cuales tu debes interpretarla a su conclusión, como por ejemplo el anillo, su historia sirve como metáfora de la unión vital entre Izzy (Rachel Weisz) y Tom (Hugh Jackman).

La película en sí tiene mucha fuerza poética debido a su gran banda sonora compuesta por Clint Mansell, esencial en el clímax de la historia y por su excelente fotografía (Matthew Libatique) que da a la película el toque mágico que necesita.

Hasta aquí una breve incisión en la obra de Aronofsky, el principal trabajo corresponde al espectador que deberá  interpretar la película según los argumentos que da. Dicho esto, no es de la clase de películas que ves sin más, hay que estar atento en todo momento, pequeños detalles que crees sin importancia pueden ser relevantes y lo principal a la hora de verla es hacerlo de una manera receptiva. El espectador forma parte de la película.

Aronofsky consigue que la muerte sea bella.